Masticar clavo a diario: un hábito poderoso en un pequeño gesto Los clavos de olor, más que un simple condimento, esconden una farmacia natural en miniatura. Al masticar uno o dos al día, liberas compuestos como el eugenol, que actúan directamente en tu cuerpo desde la boca. Alivio dental inmediato: combate infecciones bucales, calma el dolor y deja el aliento fresco. Digestión sin molestias: estimula enzimas, reduce gases e hinchazón. Limpieza del hígado: rico en antioxidantes que desinflaman y ayudan a depurar. Azúcar bajo control: mejora la sensibilidad a la insulina. Escudo anticáncer: contiene flavonoides que protegen tu ADN. Sistema inmune más fuerte: combate microbios y aumenta tus defensas. Respiración libre: abre las vías respiratorias y alivia la congestión. Corazón protegido: reduce el colesterol malo y mejora la circulación. Estómago a salvo: previene úlceras reforzando la mucosa gástrica. Adiós parásitos: rompe el ciclo de los intestinales. Mente serena: reduce el estrés al influir sobre serotonina y dopamina. Cómo hacerlo bien Mastica 1 o 2 clavos enteros al día, lentamente. Hazlo por la mañana o tras comer. Elige clavo entero, marrón intenso, de aroma fuerte y orgánico. Evita si estás embarazada, tomas anticoagulantes, tienes alergia al clavo o lo das a niños pequeños. Un gesto mínimo, un impacto máximo: una especia ancestral que cuida tu cuerpo desde dentro, con solo masticar.

Masticar clavo a diario: un hábito poderoso en un pequeño gesto

Los clavos de olor, más que un simple condimento, esconden una farmacia natural en miniatura. Al masticar uno o dos al día, liberas compuestos como el eugenol, que actúan directamente en tu cuerpo desde la boca.

Alivio dental inmediato: combate infecciones bucales, calma el dolor y deja el aliento fresco.
Digestión sin molestias: estimula enzimas, reduce gases e hinchazón.
Limpieza del hígado: rico en antioxidantes que desinflaman y ayudan a depurar.
Azúcar bajo control: mejora la sensibilidad a la insulina.
Escudo anticáncer: contiene flavonoides que protegen tu ADN.
Sistema inmune más fuerte: combate microbios y aumenta tus defensas.
Respiración libre: abre las vías respiratorias y alivia la congestión.
Corazón protegido: reduce el colesterol malo y mejora la circulación.
Estómago a salvo: previene úlceras reforzando la mucosa gástrica.
Adiós parásitos: rompe el ciclo de los intestinales.
Mente serena: reduce el estrés al influir sobre serotonina y dopamina.

Cómo hacerlo bien
Mastica 1 o 2 clavos enteros al día, lentamente.
Hazlo por la mañana o tras comer.
Elige clavo entero, marrón intenso, de aroma fuerte y orgánico.

Evita si estás embarazada, tomas anticoagulantes, tienes alergia al clavo o lo das a niños pequeños.

Un gesto mínimo, un impacto máximo: una especia ancestral que cuida tu cuerpo desde dentro, con solo masticar.

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